Gates comenzó a interactuar con computadoras desde los 13 años y considera que si una persona empieza algo a temprana edad tendrá más oportunidades de ser exitoso.
El comenzar tan joven también llevó a Gates a enamorarse de lo que hacía. En varias ocasiones el empresario ha asegurado que desde su primera interacción con la computadora se sorprendió del funcionamiento y se convirtió en un aficionado de la informática y la tecnología. Esto lo llevó, incluso, a no terminar sus estudios en Harvard y dedicarse por completo a su compañía.
Gates es un aficionado por la lectura. Esto le ha permitido estar en un constante aprendizaje por lo que siempre recomienda no conformarse con lo que se aprende al terminar los estudios, porque para ser exitoso hay que seguir formándose.
Para el filántropo el optimismo es clave para desarrollar todo tipo de ideas, pues genera una buena actitud, motivación para lograr metas y así se pueden superar todos los obstáculos. “Incluso en situaciones difíciles, el optimismo puede impulsar a la innovación y conducir a nuevas herramientas para eliminar el sufrimiento”, dijo Gates en una entrevista en el 2014.
Como todos, el cofundador de Microsoft ha tenido que enfrentar momentos difíciles. Ante esto, considera que los fracasos y momentos difíciles dejan una gran cantidad de lecciones que para el día siguiente pueden ayudar a mejorar sus ideas y realizar con mayor claridad sus proyectos. “Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones del fracaso”, afirmó.
Para Gates el conocer personas y saber crear relaciones lo ayudó a abrirse a nuevas oportunidades, pues logró absorber todo su conocimiento y respaldarse en ellas para llevar adelante sus proyectos.
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