Las empresas han ido incorporando nuevas tecnologías para mejorar el rendimiento y la eficacia de los sistemas de información (S.I.). Se comenzó con máquinas de escribir, calculadoras mecánicas, teléfonos, cintas de papel perforado, etc. y se ha llegado ya a utilizar Tecnologías de Información y comunicación (TIC) como son: fax, informática, ofimática, etc. La informática se puede considerar como una TI que se puede aplicar a la automatización de los S.I., pero sin olvidar que otras tecnologías pueden complementar su acción.
Los sistemas han existido a lo largo de la historia, pero desde que aparecieron las computadoras aparecieron, también, los sistemas de información automatizados (S.I.A.).
Es necesario recordar que cuando los directivos de una empresa deciden mejorar el rendimiento de su S.I. Incorporando medios informáticos, se debe realizar un estudio minucioso de lo que resulta más eficaz para cada caso. En general, la solución óptima consiste en un S.I. que cuenta con una mezcla de actividades, con algunas partes o subsistemas automatizados y otras funciones que se siguen realizando manualmente. Por lo tanto, es posible distinguir entre lo que es el S.I. total y lo que es el S.I.A.
Por otra parte, el S.I.A. deberá contar con un soporte informático para poder funcionar. En este sentido, la informática constituye sólo una herramienta más o menos sofisticada y completa para implementar lo que está incluido en el S.I.A… Por lo tanto, no debe confundirse informática y S.I. Esto implica que los informáticos deben aportar soluciones para proporcionar soporte a lo que los directivos de la empresa conciben como estructura óptima de información de su empresa. Tampoco se debe confundir el S.I.A. con el simple soporte físico o sistema de cómputo asociado constituido por el hardware, el software de base y las aplicaciones.