Trabajar Por Emoción Positiva o Por Disciplina

lo que buscas es una motivación que viene de una emoción positiva y genuina. La psicología individual de Alfred Adler aborda esta idea desde una perspectiva más profunda que solo «gustar de algo».

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La Emoción Positiva en el Marco Adleriano

Para Adler, las emociones positivas no son solo un «extra» o un resultado del éxito; son un indicador de que el individuo está en el camino correcto para satisfacer sus necesidades de pertenencia y significado. El «sentimiento» o la «emoción positiva» de querer y gustar lo que uno hace se relaciona directamente con el interés social (Gemeinschaftsgefühl) y la búsqueda de la superioridad personal de una forma sana.

Aquí está la comparación con esta nueva perspectiva:

• Trabajar por Disciplina: Este enfoque a menudo está impulsado por la compensación neurótica. La emoción que lo acompaña puede ser el alivio (de no fallar), el miedo (a las consecuencias si no se hace), o la satisfacción superficial (del elogio externo). No hay un sentimiento de querer hacerlo, sino un sentimiento de «tener que hacerlo». Se hace porque es lo que se espera, lo que es seguro o lo que garantiza la aceptación. La motivación es externa y la emoción es un subproducto del miedo, no del amor por la actividad en sí misma.
• Trabajar con Sentimiento y Emoción Positiva: Este enfoque se alinea con la búsqueda de la superioridad de una forma socialmente útil. La emoción positiva de «quererlo y que guste hacerlo» surge cuando la actividad se siente auténtica y significativa. Para Adler, esto ocurre cuando:
  • Se alinea con un propósito personal: El individuo siente que lo que está haciendo le ayuda a crecer y a ser una mejor versión de sí mismo.
  • Se conecta con los demás: La persona percibe que su trabajo o estudio contribuye de alguna manera a la comunidad o al bienestar de otros. No se trata solo de un interés individual, sino de un vínculo con la sociedad. Este sentimiento de conexión es la base del interés social.

Las nuevas generaciones, al ser más indiferentes a los elementos de apariencia como la vestimenta o el peinado, pueden estar demostrando que sus emociones positivas ya no están ligadas a la validación externa. . Para las generaciones anteriores, el éxito y la aceptación social se manifestaban a menudo a través de la apariencia y el estatus. El sentimiento de satisfacción venía de «parecer» profesional o exitoso.

Las nuevas generaciones, en cambio, parecen buscar su emoción positiva en otros lugares:

• Impacto y Autenticidad: Sienten un gozo genuino y una emoción positiva cuando su trabajo tiene un impacto social o ambiental, o cuando les permite ser auténticos y creativos.
• Flexibilidad y Autonomía: Valoran la libertad de trabajar de una manera que se sienta natural para ellos, lo que a menudo choca con los códigos de vestimenta o las normas rígidas. La emoción positiva no viene del «deber», sino de la elección y la conexión con su propósito.

En resumen, la comparación es entre una motivación que surge de la presión (disciplina) y una que surge de un propósito (emoción positiva). La primera se enfoca en evitar un sentimiento de inferioridad, mientras que la segunda se enfoca en encontrar un sentimiento de significado y conexión. El supuesto desinterés de las nuevas generaciones no es apatía, sino una reorientación de dónde obtienen su emoción positiva, alejándose de las normas superficiales y acercándose a la contribución y el propósito genuino.