Comienza por establecer metas medibles y con fecha de finalización. Entiende claramente lo que deseas lograr, ya sea mejorar tu estado físico, fortalecer tus relaciones personales o mejorar tus finanzas [1].
Haz un Plan
Comprométete de manera realista y sigue un calendario semanal para alcanzar tus metas, detalla los recursos y el tiempo que tú le dedicaras a cada uno de los objetivos. Por ejemplo, si buscas mejorar tu salud, planifica cambios concretos en tu dieta y actividad física. 1].
Rodéate de Personas Positivas
La influencia social es crucial. Aléjate de personas negativas y busca el apoyo de amigos y familiares que crean en ti o que hayan alcanzado lo que tu quieres lograr. Mantén una red de contactos positivos que te alienten, ya que esto puede tener un impacto significativo en tus logros [3].
Hazlo Placentero
Integra placer en tus cambios. En lugar de simplemente eliminar placeres, reemplázalos con actividades positivas. Por ejemplo, si decides ir al gimnasio, elige clases que disfrutes. Asociar placer a tus metas puede aumentar la motivación y el éxito [6].
Espera Contratiempos y Sigue Adelante
Identifica y Anticipa obstáculos (anclas) y no te desanimes si no alcanzas tus metas de inmediato, reemplázalos por oportunidades (vientos) que te llevaran en la dirección de tus objetivos. La resiliencia es clave para el éxito a largo plazo. Levántate después de los fracasos, ignora la autocrítica y continúa trabajando hacia tus objetivos [3].