La consumerización, representada, entre otros elementos, por las espectaciones generadas en los usuarios por la explosión de los dispositivos móviles, la congergencia de las diferentes plataformas digitales y el comercio electrónico, ha incrementado la presión sobre las infraestructuras existentes, exigiendo la puesta en marcha de servicios fiables e innovadores. Esta realidad exige a las empresas ser ágiles y adaptarse, tanto con sus recursos internos como los que le ofrece la nube computacional, tanto privada como pública.
Las TI deben ser capaces de responder a las demandas de los usuarios integrando las capacidades de los entornos físicos y virtuales, ha comentado este responsable.
Este modelo de TI que ha definido como híbrido debe incorporar «dispositivos, sistemas y datos on-premise, servicios en la nube y nuevas aplicaciones desarrolladas por la compañía e implementadas en la nube»